El segundo trimestre comenzó a un ritmo espectacular, como siempre. Cuando dejamos de hablar de la llegada de los Reyes Magos, ya estabamos celebrando el día de la Paz. Por supuesto la trabajamos a diario con desde asambleas para comentar los conflictos que surgen, valorar la intencionalidad, las diferentes percepciones de una misma realidad, llegando a acuerdos comunes sobre cómo debemos actuar cuando se vuelvan a producir estos mismos problemas. También llegamos a consensuar las consecuencias de no cumplir con lo
acordado entre todos. Además tenemos que aprender que no siempre un abrazo es adecuado, o que cuando estamos muy enfadados es mejor irnos del grupo un ratito en lo que nos calmamos y así evitamos la agresión física. También es fundamental preguntar a los demás y no suponer sus intenciones. Esto último suele dar lugar a muchos equívocos que acaban mál. Y sobre todo estamos aprendiendo a tratarnos bien, que algunas verbalizaciones hieren más que una patada. Nos queremos mucho pero algunas veces no le expresamos de forma adecuada por lo que todos los días pensamos algo bueno y qué nos gusta de un compañero. Nos tenemos que felicitar por los avances.
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